Puede sonar trillado, pero Edgardo Villanueva (62), el propietario y director de Granja Pocha, realmente empezó de abajo. En la década de 1980, mientras trabajaba como ingeniero químico recién recibido en una importante empresa papelera, decidió que quería emprender por su cuenta y no ser empleado toda la vida.
En ese momento fue que paralelamente a su labor profesional y su sueldo como único recurso que tenía disponible, decidió incursionar en el negocio lácteo. Comenzó con un solo operario con el que procesaba no más de 100 litros de leche por día para elaborar dulce leche, que recogía en una “cachila prestada”.
Hoy, luego de 32 años, la empresa coloniense Granja Pocha está consolidada y procesa un promedio 70 mil litros por día – que puede llegar a 80 mil litros en primavera– que se utilizan para hacer todo tipo de leches, quesos, y dulces de leche, las tres grandes líneas de productos de la empresa.
Tal fue el crecimiento, que Granja Pocha resolvió iniciar en el primer semestre de 2013 una ampliación de la planta de Juan Lacaze con el objetivo de triplicar la producción con una inversión que se cuenta en millones, pero cuya cifra exacta Villanueva prefirió resguardar.
“La planta nos quedó chica, tenemos la capacidad colmada”, dijo el director, tras explicar que la meta de producción fijada hace unos años de 50 mil litros de leche fue ampliamente superada.
Adelantó que la nueva infraestructura permitirá a la planta ampliar su captación de leche, un insumo que inicialmente se volcará a una mayor producción de quesos y que luego se destinará a potenciar el resto de los productos lácteos.
El empresario estima que, en total, la ampliación completa de la planta demandará entre tres y cinco años. “Nuestro crecimiento siempre fue lento” pero seguro, admitió.
El objetivo de Granja Pocha es reforzar su presencia en el mercado interno donde visualiza espacio para crecer tanto a nivel industrial –la empresa vende muchos de sus quesos, leches y dulces de leche como insumos para fabricar otros productos– como al consumidor final.
Al mismo tiempo, la empresa quiere incrementar sus exportaciones. Actualmente solo el 10% de su producción se destina al mercado exterior; la idea es lograr que entre el 30% y el 40% de la producción se destine a exportación, algo que hasta el momento no era viable debido a su pequeño volumen de producción.
En este momento Granja Pocha exporta a Brasil, México, Chile, EEUU, Canadá, Taiwán, Corea y Brunéi, entre otros. El objetivo de Villanueva es incrementar “el volumen de oferta de exportación” hacia estos países, así como añadir nuevos destinos.
Nuevo nombre
Paralelamente a la ampliación de la planta, otro de los cambios es la unificación de las marcas Granja Pocha y Colonial. Hasta el momento los quesos llevaban únicamente el nombre de Granja Pocha y los yogures la marca Colonial, lo que generaba que muchos consumidores no pudieran identificar claramente que ambas líneas de productos eran fabricados por la misma empresa.
“Llegamos a la conclusión de que era importante unificar la marca por un tema comercial”, dijo Villanueva.Ahora la marca única para todos los productos será Colonial - Granja Pocha. La estrategia de marketing implicó un cambio de packaging en los productos que los clientes ya pueden identificar en las góndolas.
Para comunicar este cambio, la empresa está realizando una pequeña campaña publicitaria en vía pública, radio y fuertemente en internet a través de la cual está dando a conocer su nueva marca y su moderno packaging. Villanueva confesó que es la primera vez que la compañía invierte en publicidad y lo está realizando con mucha expectativa.
Un camino de hormiga
En la década de 1980, cuando Villanueva comenzó a fabricar sus primeros productos, Granja Pocha trabajaba todo el día. Recuerda que, viviendo en Juan Lacaze, se levantaba a las 6 de la mañana y se acostaba a medianoche, dado que dividía su jornada laboral entre su trabajo como ingeniero y su incipiente empresa láctea.
Para el empresario fue “un trabajo de hormiga” y está convencido de que hacer las cosas “despacio” es la única manera de tener emprendimientos sólidos. “Muchas veces digo que si lo hubiera hecho rápido me hubiera fundido de entrada porque era un profesional recién recibido, muy joven y con poco conocimiento comercial”, asegura.
La formación empresarial que no recibió en la facultad la incorporó con la práctica del negocio. “Tuve todos los golpes y algún otro también”, confiesa entre risas, pero reconoce que fue la mejor manera de aprender y progresar empresarialmente.
Actualmente, Granja Pocha es una marca consolidada en el mercado uruguayo. En 1995 logró ingresar a las grandes cadenas de supermercados y desde entonces no ha parado de crecer.
En 1998 compró su primer depósito en Montevideo y en 2004 lo vendió para adquirir un centro logístico de grandes dimensiones en los accesos del Puerto de Montevideo. “Es una ubicación estratégica muy buena y un local muy amplio”, apuntó Villanueva.
En este momento, los grandes clientes de Granja Pocha son la industria alimenticia y en menor medida el consumidor final, un público que la empresa pretende ampliar basándose en la excelente “calidad” de sus productos, dijo Villanueva.
A esto añadió el proceso de profesionalización que atravesó la empresa donde cada área está liderada por profesionales idóneos en cada sector.
La fuerza del equipo
La decisión de hacer nuevas inversiones en la planta de Juan Lacaze también obedece a que los hijos de Villanueva ya le manifestaron su interés en seguir trabajando en la empresa.
El mayor recién se recibió de ingeniero químico y está trabajando en la compañía, al tiempo que su segundo hijo está terminando sus estudios en administración de empresas y está con muchas ganas de ingresar a la firma. Villanueva también destacó el “apoyo incondicional” de su esposa, química farmacéutica de profesión, quien lo acompañó desde sus inicios cuando su jornada laboral era interminable.
El empresario ponderó, además, el trabajo de las 140 personas –entre técnicos, profesionales y operarios– que trabajan codo a codo junto a él en Granja Pocha, la empresa que con tanta ilusión comenzó a soñar hace 32 años en un pequeño rincón de Juan Lacaze.
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LAS CLAVES
Productos. Actualmente Granja Pocha tiene tres grandes líneas de productos: quesos (mozzarella, magro, provolone, parrillero, ricota, cuartirolo, entre otros); dulce de leche (familiar, repostero y heladero) y lácteos (como leche entera y descremada, yogures, crema de leche y manteca).
Nombre. El nombre Granja Pocha surgió de cómo le decía el padre del propietario de la empresa, Edgardo Villanueva, a la pequeña quinta que tenía en el fondo de su casa de Juan Lacaze, el lugar donde el empresario se crió.
Desde Colonia, Granja Pocha amplía su horizonte.
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