Fue a través de una carta que le enviaron al presidente de los Estados Unidos, pero que fue detectada a tiempo por el Servicio Secreto. La misiva contenía ricina, una de las toxinas más potentes conocidas. Horas antes, el senador republicano de Mississippi había recibido un mismo ejemplar.
Cartas con el veneno ricina fueron enviadas al presidente estadounidense, Barack Obama, y a un senador republicano, informó el FBI, con el país en alerta mientras las autoridades investigan los atentados con bombas que esta semana mataron a tres personas durante la Maratón de Boston.
Ambas cartas contenían el mismo mensaje, según el FBI.
“Ver una falta y no exponerla es convertirse en un cómplice silencioso de su continuación”, habría escrito el autor de las misivas, firmadas las dos veces con la frase: “Soy KC y apruebo este mensaje”.
Las cartas tenían fecha del 8 de abril y fueron selladas en Memphis, estado de Tennessee, dijo el FBI. Mientras la policía del Congreso estadounidense investigaba al menos otros tres paquetes sospechosos, el FBI informó que no tenía indicios que conectaran las dos cartas con el atentado con dos bombas del lunes pasado contra la Maratón anual de Boston, que además de tres muertos provocó más de 170 heridos.
Sin embargo, la noticia que dos cartas impregnadas con un veneno fueron enviadas a la Casa Blanca y a oficinas pertenecientes al Senado estadounidense encendieron todo tipo de alarmas y elevaron la tensión ya existente. El veneno ricina es una substancia altamente tóxica y mortal, y no se conoce ningún antídoto para revertir su efecto.
El FBI se negó a hablar sobre posibles sospechosos y por ahora sólo confirmó que las cartas enviadas el martes a la Casa Blanca y a la oficina del senador republicano por el estado de Mississippi, Roger Wicker, “contenían una sustancia en granos que, en las pruebas preliminares, ha dado positivo para ricina”. La confirmación definitiva sobre el contenido aún tardará “entre 24 y 48 horas”, advirtió la agencia federal.
Wicker fue uno de los senadores republicanos que se “rebeló” la semana pasada frente a la dirección de su partido y votó a favor de abrir el debate sobre un mayor control en la venta de armas. Mientras que el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, informó que las actividades de Obama no fueron afectadas, algunos edificios aledaños al Capitolio que pertenecen al Senado fueron cerrados durante varias horas hasta que la policía analizó al menos tres paquetes sospechosos y descartó una nueva amenaza.
“Todos los resultados fueron negativos”, informó la Policía del Capitolio. La alerta encendida en la capital estadounidense se expandió rápidamente al resto del país. Por la tarde, dos senadores denunciaron haber recibido cartas sospechosas en sus oficinas en los estados de Michigan y Arizona.
El senador demócrata Carl Levin, presidente de la Comisión de las Fuerzas Armadas, informó que sus colaboradores en Michigan, su estado natal, habían recibido una “carta sospechosa” y que ya se habían comunicado con las autoridades para que investiguen. Al mismo tiempo, un miembro del equipo de Arizona del senador republicano Jeff Flake realizó un anunció similar. Las autoridades de ese estado ya descartaron que existiera una sustancia peligrosa.
“Ver una falta y no exponerla es convertirse en un cómplice silencioso de su continuación”, habría escrito el autor de las misivas, firmadas las dos veces con la frase: “Soy KC y apruebo este mensaje”.
Las cartas tenían fecha del 8 de abril y fueron selladas en Memphis, estado de Tennessee, dijo el FBI. Mientras la policía del Congreso estadounidense investigaba al menos otros tres paquetes sospechosos, el FBI informó que no tenía indicios que conectaran las dos cartas con el atentado con dos bombas del lunes pasado contra la Maratón anual de Boston, que además de tres muertos provocó más de 170 heridos.
Sin embargo, la noticia que dos cartas impregnadas con un veneno fueron enviadas a la Casa Blanca y a oficinas pertenecientes al Senado estadounidense encendieron todo tipo de alarmas y elevaron la tensión ya existente. El veneno ricina es una substancia altamente tóxica y mortal, y no se conoce ningún antídoto para revertir su efecto.
El FBI se negó a hablar sobre posibles sospechosos y por ahora sólo confirmó que las cartas enviadas el martes a la Casa Blanca y a la oficina del senador republicano por el estado de Mississippi, Roger Wicker, “contenían una sustancia en granos que, en las pruebas preliminares, ha dado positivo para ricina”. La confirmación definitiva sobre el contenido aún tardará “entre 24 y 48 horas”, advirtió la agencia federal.
Wicker fue uno de los senadores republicanos que se “rebeló” la semana pasada frente a la dirección de su partido y votó a favor de abrir el debate sobre un mayor control en la venta de armas. Mientras que el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, informó que las actividades de Obama no fueron afectadas, algunos edificios aledaños al Capitolio que pertenecen al Senado fueron cerrados durante varias horas hasta que la policía analizó al menos tres paquetes sospechosos y descartó una nueva amenaza.
“Todos los resultados fueron negativos”, informó la Policía del Capitolio. La alerta encendida en la capital estadounidense se expandió rápidamente al resto del país. Por la tarde, dos senadores denunciaron haber recibido cartas sospechosas en sus oficinas en los estados de Michigan y Arizona.
El senador demócrata Carl Levin, presidente de la Comisión de las Fuerzas Armadas, informó que sus colaboradores en Michigan, su estado natal, habían recibido una “carta sospechosa” y que ya se habían comunicado con las autoridades para que investiguen. Al mismo tiempo, un miembro del equipo de Arizona del senador republicano Jeff Flake realizó un anunció similar. Las autoridades de ese estado ya descartaron que existiera una sustancia peligrosa.
Télam