Desde hace algunos años -algunos sitúan el punto de inflexión en 2004-, los free shops uruguayos ubicados en la frontera con Brasil han visto crecer su negocio, de la mano de la expansión de la economía del gigante latinoamericano. En 2012, estas tiendas facturaron alrededor de US$ 500 millones, de acuerdo a estimaciones de la Cámara de Empresarios de Free Shops y Afines del Uruguay, gremial creada en abril de 2010 y que nuclea a 70 empresas del rubro.
El monto total de la recaudación de cánones pagados por los free shops fue en 2009 un 7,2% del total de la recaudación de la Dirección Nacional de Aduanas, de acuerdo a un informe encargado por la Cámara a la consultora Cinve en 2011. Asimismo, el impuesto pagado por estas tiendas en el mismo año fue el 0,2% de la recaudación total del país.
La Cámara tuvo motivos para celebrar sobre fines de 2012. Por un lado, firmó un memorándum de entendimiento sobre ética y transparencia con la Dirección Nacional de Aduanas. A este hecho se sumó, el 26 de diciembre pasado, la aprobación y publicación de un decreto que introduce beneficios para el sector, entre los que se incluye la ampliación de la lista de productos que se pueden vender bajo el sistema que rige para sus asociados.
Un sector en mutación
En 1986 surgió el régimen de free shops de frontera, mediante un decreto del Poder Ejecutivo que posibilitaba un sistema de venta de productos libres de impuestos para turistas. Con el tiempo, el marco legal sufrió cambios que buscaban adaptarlo a la nueva realidad. Por ejemplo, en un principio las dos ciudades habilitadas para instalar este tipo de tiendas eran Rivera y Chuy. Posteriormente, se sumaron a la lista Artigas y Río Branco (2002), y más tarde Bella Unión y Aceguá (2007).
En 1986 surgió el régimen de free shops de frontera, mediante un decreto del Poder Ejecutivo que posibilitaba un sistema de venta de productos libres de impuestos para turistas. Con el tiempo, el marco legal sufrió cambios que buscaban adaptarlo a la nueva realidad. Por ejemplo, en un principio las dos ciudades habilitadas para instalar este tipo de tiendas eran Rivera y Chuy. Posteriormente, se sumaron a la lista Artigas y Río Branco (2002), y más tarde Bella Unión y Aceguá (2007).
Los actores del sector también fueron transformándose. A los comerciantes locales pioneros en el negocio se fueron sumando compañías internacionales que veían en la frontera uruguaya un lugar atractivo donde invertir. En 2008 llegó Duty Free Americas (DFA), empresa con tiendas del rubro en América Latina y Estados Unidos. En mayo de 2011, el fondo de inversión estadounidense especializado en retail JH Partners compró la cadena Neutral, uno de los free shops más tradicionales del país.
Junto con la creación de la Cámara se intentó instalar un nuevo esquema de relacionamiento con las autoridades. “En la medida que el sector se consolida por determinadas razones estructurales que exceden ya la ventaja cambiaria –la emergencia de la clase media brasileña y el cambio de sus hábitos de consumo- esas circunstancias hicieron que la llegada de nuevos actores demandara una nueva forma de relacionamiento”, explicó el secretario y asesor de la Cámara, Carlos Loaiza Keel.
La heterogeneidad a la interna de la gremial es algo que genera “naturales tensiones y diferencias”, dijo Loaiza Keel, que, resaltó, se tratan de sortear, en primer lugar, evitando las discusiones de tipo comercial en su seno.
Nueva ley brasileña
Los diferentes empresarios de free shops consultados por Café & Negocios coincidieron en que 2011 fue el mejor año para el sector. “No para esta industria sino para Latinoamérica 2011 fue uno de los mejores años de la historia”, dijo el responsable de JH Partners en la región (propietario de Neutral), Enrique Urioste. Por su parte, el gerente de DFA, Daniel Menéndez, sostuvo que 2011 fue un año “excepcional”. Esto hace que haya cautela a la hora hablar de crecimiento para 2013. “Esperamos que cierre muy parecido a 2012”, dijo Menéndez.
Los diferentes empresarios de free shops consultados por Café & Negocios coincidieron en que 2011 fue el mejor año para el sector. “No para esta industria sino para Latinoamérica 2011 fue uno de los mejores años de la historia”, dijo el responsable de JH Partners en la región (propietario de Neutral), Enrique Urioste. Por su parte, el gerente de DFA, Daniel Menéndez, sostuvo que 2011 fue un año “excepcional”. Esto hace que haya cautela a la hora hablar de crecimiento para 2013. “Esperamos que cierre muy parecido a 2012”, dijo Menéndez.
Un elemento agrega incertidumbre al escenario de los free shops uruguayos para pronosticar su desempeño de 2013. En octubre de 2012, el gobierno brasileño de Dilma Rousseff aprobó una ley que autoriza la instalación de free shops en municipios del vecino país que sean ciudades gemelas sobre la línea fronteriza. La norma abarca a 28 ciudades, 10 de ellas ubicadas en el estado de Río Grande del Sur, limítrofe con Uruguay. Todavía falta su reglamentación, que se espera ocurra en el correr de este año. Uno de los puntos que preocupan es la posibilidad que –a diferencia de lo que ocurre en el modelo uruguayo- los free shops de Brasil sí puedan vender al comprador local.
El propulsor de la ley, el diputado gaúcho Marcos Maia, dijo que el impacto de la norma no se verá solo en las fronteras sino que también alcanzará a otras ciudades productoras de bienes que podrán ser vendidos en los free shops, según consigna la web de la Cámara de Diputados brasileña.
“Creo que nos va a definir a nosotros en dejar de mirar lo que hace el colega (uruguayo) y nos va a juntar”, manifestó el dueño de los free shops The Place, Emilio Bruno. Bruno –que tiene tiendas en Rivera, Artigas, Río Branco y Chuy, que emplean a 200 personas- piensa que se va a tener que discutir con los brasileños cómo se comparte la región y cómo ser “competidores de guante blanco”.
Urioste, por su parte, consideró que el nuevo sistema brasileño va a aportar mayor “dinamismo y difusión” a las fronteras, y que se va a atraer a nuevos jugadores. Agregó que las empresas instaladas en Uruguay tendrán que ser “creativas y muy rápidas” para enfrentar a la competencia desde Brasil. “Creo que vamos a ganar todos porque va a haber muchos más clientes y más tráfico hacia la frontera”, sintetizó.
Para Menéndez, esto hace conveniente un cambio en el marco regulatorio uruguayo, que jerarquice el decreto vigente que rige al sistema (el 367/95), elevándolo a ley. “Nunca se quiso hacer para no herir a Brasil, pero ahora Brasil nos lastimó a nosotros”, argumentó.
Loaiza Keel sostuvo que este es un tema que se ha tratado en la Cámara” con mucho cuidado”. “Existe un riesgo y es que haya un negocio competitivo con Uruguay, lo cual podría generar un perjuicio relevante a las ventas de los free shops del lado uruguayo”, añadió. Lo que se pretende es que el sistema brasileño se de en condiciones comparativas con las uruguayas para no estar en desventaja.
“Somos conscientes que la reglamentación tiene muchos desafíos para Brasil porque hay un riesgo grande de generar un derrame al mercado interno y un perjuicio al propio Brasil”, dijo el secretario y asesor de la Cámara. Loaiza Keel también manifestó que no hay que pensar “con mente chica” dado que cuanto más movimiento haya, más beneficios va a haber para Uruguay.
Competencia local
Neutral está en seis puntos de venta, con nueve tiendas. La compañía da trabajo a más de 600 personas, cifra que se eleva en época de zafra. DFA tiene seis tiendas, y emplea a 580 personas.
Neutral está en seis puntos de venta, con nueve tiendas. La compañía da trabajo a más de 600 personas, cifra que se eleva en época de zafra. DFA tiene seis tiendas, y emplea a 580 personas.
Urioste, de Neutral, resaltó que el sector es un gran dinamizador de la economía, y que considera que hoy la frontera uruguaya está tomando el formato de cualquier frontera duty free en el mundo. “Siempre coexisten grandes operadores internacionales con empresas familiares”, dijo. Al ser una industria que genera ingresos en dólares, comentó que el tipo de cambio actual no es el más favorable. “Por otro lado, tenemos que ser muy honestos y decir que el tipo de cambio que el real está teniendo nos es conveniente para el desarrollo de nuestros negocios”, destacó.
Desde DFA, Menéndez señaló que si las empresas internacionales vienen a competir “lealmente”, eso es bueno para el mercado. “Esto es como la AUF: no se puede hacer un campeonato entre Peñarol y Nacional”, ejemplificó.
Bruno, de The Place, dijo que antes no eran empresarios sino “tenderos”. “La llegada de estos grupos habla de una madurez comercial y económica de la zona”, manifestó el empresario.
Para contratar alguno de estos servicios puede hacerlo de la siguiente forma:
E-mail: esistemas@adinet.com.uy
Celular: 098 52 33 80