El dientudo, el mejor jugador del mundo durante mucho tiempo hasta que apareció su amigo, Lionel Messi, conquistó la Copa Libertadores con el Atlético Mineiro. Así, completó una foja de servicios envidiable para cualquier futbolista. ¡No le falta nada!
En sus 181 centímetros de altura vive el potrero y el fútbol. Ronaldinho, el hombre de dentadura prominente y sonrisa característica fue uno de los impulsores de un tal Leo Messi en el Barcelona. Antes, Ronaldinho fue el mejor del mundo. Sin dudas. Y ganó todo. Pero le faltaba algo. Ayer saldó esa deuda.
Lujos, tacos, goles, caños, gambetas, el Gaúcho, que nació futbolísticamente en el Gremio de su país, rápidamente demostró que tenía con qué subir al Olimpo de los jugadores Brasileros. Arreciaron las comparaciones con Pelé, Garrincha, Zico y todo craque que se les ocurra, pero a Dinho, cuyo sinónimo debería ser alegría, nada lo corrió de su eje.
A sus 33 años, el craque acaba de completar una foja de servicios envidiable. Ganó con el Atlético Mineiro la Copa Libertadores de América, "el título que me faltaba" dijo ayer, exhausto, mientras sus compañeros daban la vuelta y festejaban la primera copa para el "Galo". Los demás los tiene todos a nivel europeo y a nivel selecciones. Ese es Dinho, el amigo de La Pulga.
Ronaldinho, a nivel mundial, ganó el Mundial de Japón-Corea 2002 y la Copa Confederaciones Alemania 2005, también se alzó con la Copa América (1999, 2004 y 2007) e incluso levantó el Balón de Oro, en el 2005. No conforme con eso, Dinho y su fútbol también levantaron la Champions League, con el Barcelona en el año 2006. Además, ganó el Sub-17 y dos ligas de España (Barcelona 2005 y 2006) además del Scudetto con el Milan en 2011.
Ronaldinho es el séptimo jugador que consigue gritar campeón en los dos torneos continentales más importantes del mundo, los otros seis son Dida, Cafú, Roque Junior, por el lado de Brasil y, los argentinos Juan Pablo Sorín, Carlos Tevez y Walter Samuel.
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